lunes, 23 de septiembre de 2013

Cosas para sonreir y sorprenderse, 2




Si no vio la primera parte de esta serie y no sabe quiénes son las Nueve Nanas ni Dashrath Manhji, aquí está el post original. Hoy pongo otras seis historias de gente que son ejemplos gratos de lo que el ser humano también hace rutinariamente, y que es: ser decente, ser creativo, y hasta ser heroico. Que no se nos olvide.

LIU YIFAN Y SU BICI



Como cualquier otro de los cientos de millones de niños en China, Liu Yifan, de 12 años, iba por la calle muy quitado de la pena en su bicicleta, cuando accidentalmente pasó muy cerca de un coche estacionado y lo raspó son su manubrio.

El niño, consternado, se quedó esperando al dueño hasta que oscureció, pero como éste nunca llegó, le dejó una nota dejándole su número de teléfono y asegurándole que le daría todo lo que tenía ahorrado de sus domingos (alrededor de 400 pesos) para repararle el daño.
Cuando el dueño del coche vio la nota, en efecto habló a casa de Liu, pero no para cobrar sino para agradecerle y para decirle que había llamado a un reportero para que publicara este acto de honestidad.


RESCATE EN TOKIO


Tokio es de las ciudades más grandes y más densamente pobladas del mundo, y su sistema de metro es famoso por mover a cantidades astronómicas de pasajeros todos los días. Y a veces pasan cosas raras en el metro.

En esta ocasión, una mujer que intentaba salir del carro pisó mal y su pie quedó atrapado en el espacio entre el vagón y la plataforma. Los policías de inmediato avisaron al conductor, pero como la pobre mujer no podía liberarse, todos los pasajeros se salieron y se pusieron a empujar las 32 toneladas de vagón para ladearlo lo suficiente para que ella pudiera escapar del trance.

CNN
¡E-qui-po, e-qui-po!



LEYMAH CONTRA LA GUERRA

Liberia es un país complicado. Está en la costa oeste de África y fue fundado por EEUU alrededor de 1820 para enviar a sus esclavos liberados. En 1980 hubo un golpe de estado que sumió al país en dos guerras civiles sucesivas que duraron hasta 2003, con más de 250 mil muertos. Las facciones estaban lidereadas por jefes militares que cometían una atrocidad tras otra contra sus enemigos y contra la población civil.

Hasta que Leymah Roberta Gbowee se hartó. Empezó a hablar con otras mujeres tanto cristianas (que son mayoría en el país) como musulmanas, yendo de iglesia en iglesia, de mezquita en mezquita. Hasta que convenció a un número grande de mujeres que se pusieron a protestar en las calles y frente a los mismo jefes militares.
Vuelva el lector a ver esa última oración: FRENTE  a los jefes militares, o sea, en persona frente a ellos, que eran gente que drogaban a niños y les daban armas. Estas mujeres se plantaron frente a estos salvajes Y LOS CONVENCIERON de que dejaran la maldita guerra civil.
Dos años más tarde, Liberia tenía sus primeras elecciones en un cuarto de siglo.


LUIS, DE ZAMORA

Luis Roberto Ramírez es un niño de Zamora, Michoacán, que terminó la preparatoria con promedio de 9.90. Eso no sería demasiado inusual, si no fuera porque tiene 11 años, y la preparatoria la acabó en 2 meses y medio.

Y porque quiere ingresar a Harvard.
A estudiar física cuántica.
Porque dice que quiere contribuir al desarrollo científico en México.

Otra vez: ONCE años.



AVIONES DE GUERRA CON NUEVAS BOMBAS

El Lockheed C-130 es un modelo de bombardero militar que se empezó a producir en los 50s. Como se puede imaginar, muchos de los modelos más viejos ya no están en condiciones de servir en combate, pero aún funcionan bien. De modo que a Jack Walters, piloto de la Royal Air Force, se le ocurrió darles un nuevo uso y ponerles un nuevo tipo de bombas:

Paquetes de semillas de árbol.

La idea es que el avón deja caer pequeñas cajas de metal delgado con conos dentro de ella, que al caer se entierran, y a medida que el metal se destruye y se corroe, el árbol nace. ¿Qué tan grande es la capacidad de plantar de un avión de estos?

900 mil semillas AL DÍA. ¡Wow, qué buena noticia! ¿Cuándo empiezan? 
Bueno, este caso es más bien agridulce, porque aunque fue propuesto desde 1999, y vuelto a proponer en varios países (el más reciente en Tailandia, 2017), lo cierto es que aún nadie se atreve a implementarlo.



EL BOSQUE DE MOLAI

‘Molai’ es el apodo de Jadav Payeng, un hombre de la provincia de Assam, en el norte de la India. En 1979, cuando tenía 16 años, Molai iba caminando por un banco de arena cerca de su aldea cuando vio a varias serpientes y otros pequeños animales muertos, por falta de lugar dónde protegerse del sol.

Descontento con esta situación, pidió al departamento forestal local que plantaran árboles, pero le dijeron que nada crecería ahí. Él no estuvo de acuerdo y decidió hacer algo al respecto.

Ese ‘algo’ fue dejar su aldea e irse a vivir al banco de arena desde entonces, y empezar a plantar él mismo. Empezó plantando algunas variedades de bambú resistente, y luego siguió llevando hormigas para que fueran mejorando la calidad del suelo. Con el tiempo empezó a plantar árboles cada vez más grandes y otros tipos de vegetación.

Después de 30 años, el ‘Bosque de Molai’ es todo un ecosistema y ha sido declarado zona protegida. No sólo convirtió un banco de arena vil en una selva tropical, sino que hay tigres, elefantes y otras especies protegidas que han encontrado refugio en ella.

¿Qué tan grande es el Bosque de Molai? ¿Qué le parecen 550 hectáreas? Plantadas a mano:

Via Action Show

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